De hecho, era costumbre de los pompeyanos consumir alimentos y bebidas calientes al aire libre y los arqueólogos y expertos que trabajan en el parque arqueológico de Pompeya ya están estudiando el material para comprobar cuánto este descubrimiento puede ampliar el conocimiento sobre los hábitos alimentarios de la época romana.
“Además de ser un testimonio más de la vida cotidiana en Pompeya, las posibilidades de análisis de este termopolio son excepcionales, pues por primera vez se ha excavado todo un entorno con metodologías y tecnologías de vanguardia que están devolviendo datos inéditos”, explicó Massimo Osanna, director general del Parque Arqueológico de Pompeya.
Ahora con un trabajo interdisciplinario se realizarán varios análisis en el laboratorio para conocer el contenido de las “dolia”, los recipientes de barro en los que se cocinaba la comida en la antigua Roma.
Las decoraciones del mostrador del termopolio -las primeras en emerger de la excavación - muestran en el frente la imagen de una nereida (ninfa) a caballo en un entorno marino y, en el lado más corto, la ilustración probablemente de la misma tienda como un letrero comercial.